La convención de Aguascalientes fue una reunión convocada por el entonces jefe del ejército constitucionalista Venustiano Carranza para intentar controlar los ánimos de guerra que aun rondaban por todo el país. Apenas estaban saliendo de la dictadura de Victoriano Huerta quien había huido del país luego de presentar su renuncia; Carranza había prometido que escucharía las solicitudes d todas las facciones que luchaban en la revolución.
Pancho Villa, Emiliano Zapata y otras personalidades como Álvaro Obregón representaban los distintos intereses de la época. Todos habían ganado el respaldo de las masas ya sea por su presión militar, política y social. Venustiano Carranza convocó la reunión el 1 de octubre de 1914 y se celebraría en la cámara de diputados en Ciudad de México.
Tanto los grupos allegados a Zapata como a Villa se negaban a trasladarse hasta la capital y exigían que se celebrara en la ciudad de Aguascalientes, de lo contrario no serían parte de la convención. Carranza y su gobierno aceptaron dicha exigencia y a partir del 10 de Octubre del mismo año comenzaron las sesiones con todos los presentes.
Convención de Aguascalientes
Los participantes, planteamientos y consecuencias.
Los cuatro grandes personajes de la guerra y revolución mexicana necesitaban ponerse de acuerdo por el bienestar de la nación, es por ello que la convención nace como un gran pacto patriótico en el que se discutirían las condiciones de los grupos que lideraban la escena político y militar de la época. Pancho Villa al frente de su ejército, Emiliano Zapata liderando las facciones radicales, Álvaro Obregón con su diplomacia y firmeza y Venustiano Carranza quien había obtenido el triunfo sobre Victoriano Huerta.
En principio Francico Villa no asistio a las reuniones hasta que no se dieran las condiciones minimas para asistir. Por su parte Emiliano Zapata envió una delegación de 26 hombres para que lo representaran, sin embargo el descontento no se hizo esperar ya que los emisarios de Zapata no eran sino soldados que se habían unido recientemente a la lucha, no tenían valores patriotas ni deseos de intervenir más que exigir lo que Zapata deseaba.
Venustiano Carranza se negó a hacer acto de presencia en la nueva sede de Aguascalientes porque consideraba que Zapara dominaba el lugar y esto lo ponía en un riesgo importante. Por lo tanto el ejército constitucionalista también tuvo su representación y espacio.
Planteamientos en la convención de Aguascalientes
El primer deseo del ejercito Zapatista era que Venustiano Carranza fuera removido del cargo de General del Ejército y por lo tanto que no tuviese opción a dirigir al país como Presidente. Otra de sus exigencias fue adoptar el plan de Ayala el cual básicamente buscaba proteger a los campesinos y devolverles las tierras que les habían sido arrebatadas por la Ley Lerdo en 1911, ninguno de los presidentes anteriores incluyendo a Francisco I. Madero deseaban darles peso a los campesinos por lo que Emiliano Zapata siempre fue un aguerrido opositor.
Para sorpresa de todos, tanto la remoción de Carranza como el Plan de Ayala fueron aceptados sin discusión y Emiliano Zapata estuvo dispuesto a firmar el nuevo acuerdo y convención. En este punto, Carranza quien había convocado las reuniones en pro de los Estados Unidos Mexicanos, se vio poderosamente afectado, su intención era ser el nuevo presidente del país así que desconoció cualquier decisión que se tomara en dicho recinto.
La convención de Aguascalientes se declaró soberana y buscaron ponerse de acuerdo para nombrar a quien sería el nuevo presiente de México; Álvaro Obregón, Pancho Villa y Emiliano Zapata debían estar de acuerdo y juramentar al elegido aunque Carranza no quisiera participar de ello. Antonio Villareal surge como alternativa y los Zapatistas se niegan. Es allí cuando Álvaro Obregón para no sacrificar lo que tanto les había costado alcanzar decide mencionar el nombre de Eulalio Gutiérrez y es allí cuando este último queda proclamado como nuevo presidente de México.
Antes del nombramiento, Carranza había estado parcialmente de acuerdo con las exigencias de los caudillo en cuanto a su renuncia, pero manifestó que la única forma en la que renunciaría a su puesto sería cuando Francisco Villa y Emiliano Zapata se comprometieran a dejar de lado la lucha armada y desaparecieran de la vida pública. Desde luego ninguno haría esto y por lo tanto las intenciones de la convención de Aguascalientes perdieron fuerza.
Una reunión fragmentada y sin consenso no traería buenos resultados aunque algunas facciones se sintieran beneficiadas, como en el caso de los Zapatistas con la adopción de sus planes y exigencias. La convención termina el 9 de noviembre de 1914 aunque posterior a ello los hechos siguieran desarrollándose.
Consecuencias de la convención de Aguascalientes
Eulalio Gutiérrez quedó al mando del poder ejecutivo y Francisco Villa sería el nuevo Comandante del Ejército Convencionalista, a pesar de que todo parecía funcionar según lo acordado, aun tendrían que superar al ejército constitucionalista dirigido por Venustiano Carranza, éste se negaba a abandonar el poder luego de haber luchado en contra de Huerta.
Los caudillos Zapata y Villa, quienes apenas se habían reconciliado deciden aliarse para luchar en contra del ejército Carrancista y es allí cuando dirigiendo a más de 60.000 soldados se dirigen al Distrito Federal y logran que Carranza y sus fuerzas militares se muevan a Veracruz.
La convención de Aguascalientes sentó las bases de lo que sería la nueva república y fue como una asamblea pre-constituyente ya que años más tarde se discutirían los términos de la nueva carta magna.
Todos los presentes firmaron sobre la bandera de México y juraron hacer cumplir las ordenanzas de aquella reunión. Las fuerzas antagónicas se pusieron de acuerdo y en beneficio del país para evitar más derramamiento de sangre y sobretodo lograr una estabilidad política y económica que venían añorando desde el Porfiriato. Sin embargo la fuerza no funcionaría en contra de Carranza ya que ganaría el respaldo de Estados Unidos y asumiría el mando como nuevo presidente de México, lo que avivó la llama caudillista de Zapata y Villa quienes desde ese momento lucharon en su contra.