José María González Hermosillo, nació en el virreinato de la Nueva España en lo que hoy es Jalisco. Legitimo hijo de Andrés Gonzales de Hermosillo y Rosalia Chávez y Romero. Se bautizo el 5 de febrero de 1774, en la parroquia del mismo pueblo por el parraco Antonio Bustillo. Hermosillo fue uno de los más importantes militares al servicio de la insurrección en la guerra por alcanzar la independencia de México; se unió al movimiento prácticamente en sus inicios, cuando pasaron las fuerzas por Guadalajara, teniendo desde su llegada una importante enmienda, la de extender por Sinaloa y Sonora la insurrección; por supuesto, había hecho méritos para haber llegado a tal mandato y ostentaba ya el cargo de teniente coronel.
La famosa batalla en Real del Rosario
Esta batalla en Real del Rosario no solo es famosa porque se adjudicó su primera victoria Hermosillo, la cual fue frente a más de mil hombres que custodiaban aquella plaza, sino también porque en aquel día perdonó la vida del coronel Pedro Villaescusa, quien estaba a cargo de los soldados a los que derrotó; lo perdonó a cambio de que firmase un decreto en el cual aceptaba retirarse de la guerra y no volver a combatir contra los insurgentes, decreto que al quedar en libertad este nunca respetó. También le confiscó importante material de artillería y seis cañones que sirvieron mucho a la causa. Por aquella gran victoria fue ascendido a coronel de los ejércitos americanos.
Poco a poco fue ganando batalla tras batalla y ascendiendo puestos por sus servicios honorarios e impecables, de tal forma que en 1814 ya había ostentado el cargo de Brigadier y en 1817 fue nombrado comandante general de la provincia de Nueva Galicia; lastimosamente a inicios del año siguiente fue asesinado por un indio llamado Candelario. Su legado fue tan grande que desde 1828 la ciudad que antes era Villa del Pitic, se llamó Hermosillo y desde 1831, Hermosillo es la capital del estado de Sonora.