Este hombre fue un arriero novo hispano que tuvo un papel realmente interesante en la independencia de mexico, no sólo por su logro de mantener al ejército realista incomunicado en la zona de Huichapan, ofreciendo gran resistencia sin permitirles moverse, sino también por haber realizado una ejecución basada en sospechas de una tradición de Miguel Sánchez.
A pesar de que Sánchez era el comandante, Juan Villagrán, quien hace poco se había unido a los insurgentes, sospechó que este podría estarles tendiendo una trampa y lo aniquiló; en septiembre de 1812 López Rayón lo visitó con el propósito de conmemorar el aniversario de un año del inicio de la guerra por la independencia, pero también buscaba conocer los pormenores de la muerte del comandante Miguel Sánchez.
La mayor muestra de su compromiso con la revolución fue cuando apresaron a su hijo y le ofrecieron entregárselo vivo y perdonarle la vida a él si deponía las armas en contra del ejército, pero no lo hizo y tristemente no sirvió de mucho, pues su hijo fue fusilado el 14 de mayo y a él lo capturaron el 13 de junio de 1813 y lo fusilaron el día 21 del mismo mes, pues algunos de sus hombres le traicionaron a cambio del indulto.