Miguel Ramón Sebastían Domínguez Alemán, este hombre es uno de los pocos que lograron estar desde los inicios de la conspiración para lograr la independencia mexicana y luego de todo el proceso que duró 11 años, poder incluso llegar a un puesto político en el nuevo gobierno; Miguel Ramón Sebastián Domínguez Alemán logró ser miembro en varias ocasiones del supremo poder ejecutivo de México, fue un gran político y también abogado.
Miguel Domínguez y su ayuda en la Conspiración de Querétaro
Al obtener el puesto de corregidor de Querétaro, tenía suficiente libertad de actividades como para considerar que no podría ser en ningún momento objeto de investigación alguna, al menos no de forma sencilla y decidió que se pudiera iniciar la conspiración teniendo las reuniones en su casa, dando continuidad a la recién desaparecida y descubierta conspiración de Valladolid; lo que se suponía que ocurría en su hogar era reuniones para un club de lectura, cuestión que no era tan extraña entre los acaudalados y letrados de aquella época.
A pesar de todo, seguro despertó sospechas el hecho de que a su club de lectura asistiesen diferentes militares, curas revolucionarios y otras personas pudientes conocidas por su poder en la provisión de armas; luego esta conspiración sería revelada por uno de los asistentes a las reuniones, quien los traicionó.
Al ocurrir esto, siguiendo él en el poder se vio obligado por las autoridades españolas a arrestar a todos los conspiradores y fue sin lugar a dudas esa acción la que le valió liberado a pesar de haber formado parte en la Conspiración de Querétaro, estando como prisionero muy poco tiempo y en un convento; de hecho, el virrey Juan Ruiz de Apodaca agradeció que haya ayudado en la aprehensión de los conspiradores y los recompensó con una pequeña pensión en adelante, a pesar de que los separó de su esposa, quien permaneció recluida en el convento de Santa Clara en México.
Miguel Domínguez fallece a ka edad de 74 años, el 22 de abril de 1830 en Ciudad de México. Sus restos fueron sepultados en la iglesia de Guadalupe, 100 años después sus restos se trasladaron a Querétaro.