El cura Miguel Hidalgo, quien dio el primer paso a la independencia de México.
Este es uno de los nombres más reconocidos en toda la historia de la independencia mexicana, un sacerdote revolucionario que el inicio de la primera etapa de la guerra por la independencia mexicana, aquel hecho reconocido como el Grito de Dolores; a pesar de que fue esto lo que inmediatamente le produjo la muerte poco más de un año después de haber iniciado la independencia, al día de hoy México le debe su libertad en gran parte a la acertada decisión y el gran liderazgo del cura Miguel Hidalgo.
Su historia es realmente amplia y todo lo que vivió desde su infancia ayudó sin lugar a dudas a que quisiera impulsar la revolución; cursó estudios sacerdotales, aprendió a hablar francés y latín, fue en algún momento expulsado junto con otros jesuitas de territorios específicos por órdenes de los virreyes españoles y lo principal, desde pequeño en su hacienda tuvo una relación cercana con los trabajadores que en la misma vivían, la gran mayoría de ellos indígenas y por ello sabía hablar al menos tres lenguas de los mismos, Otomi, Perépecha y Náhuatl. Fue también profesor de filosofía y latín, rector y tesorero también en el colegio de San Nicolás Obispo.
Su papel en la independencia
Cuando el corregidor Miguel Domínguez organizaba una conspiración en Querétaro, Ignacio Allende invitó a Miguel Hidalgo a irse a formar parte de su movimiento, principalmente por todas las amistades que él tenía con personajes influyentes del Bajío y nueva España; Hidalgo accedió y la fecha para la insurrección se pactó el 2 de octubre, pero el 11 de septiembre Juan Antonio Riaño capturó a algunos de los conspiradores gracias a una investigación que estaba haciendo al respecto y fue entonces que Miguel Hidalgo tomó la decisión el 16 de septiembre de iniciar la revolución con los que habían logrado escapar. Ese fue el Grito de Dolores.