El Villismo fue un movimiento político y social encabezado principalmente por el Gral. Francisco Villa y surgió hace 100 años aproximadamente durante la Revolución Mexicana; en este movimiento participó gran parte del sector popular, integrado por ganaderos, agricultores, mineros, peones, entre otros.
Se enfocaba en ideas totalmente izquierdistas, pues su propósito era luchar por los derechos agrarios de los mexicanos, y a su vez, frenar los abusos de explotación cometidos por los hacendados hacia los campesinos sin tierras.
Todos estos hombres que se encontraban preocupados y cansados de esta terrible situación, sedientos de justicia y dispuestos a luchar por sus tierras, encontraron al líder ideal para lograr la unión y la pelea perfecta, pues el único personaje capaz de entenderlos a la perfección era Villa.
Ante las diferentes promesas hechas por los caudillos políticos, estos campesinos desprotegidos definitivamente no lograban confiar completamente, hasta que Pancho Villa apareció y de alguna manera sintieron empatía y confianza, pues Villa supo dejarles muy claro cuáles eran sus intereses reales, los que afortunadamente resultaron ser los mismos de toda la comunidad.
⇨ ¿Qué fue villismo?
El Villismo sin duda fue un movimiento popular, que aunque era dirigido por un caudillo, de igual manera obtuvo la completa confianza y receptividad por parte de los campesinos, gracias a la fama que había ganado Villa anteriormente, pues se caracterizaba por ser un bandido y un rebelde político.
Este movimiento puede ser dividirlo en tres partes, la primera desde el año 1910 hasta 1913, la cual se mantuvo apoyando la rebelión de Madero y el plan San Luis, organización realizada contra Porfirio Díaz. En esta etapa solo se acudió al aprendizaje y a la preparación de sus hombres, pues en este momento no tenían muy claros cuál sería la estrategia a seguir durante su futura lucha; por este motivo, solo se trataba de un movimiento rebelde a nivel regional que parecía no tener ningún alcance político.
La segunda parte se comprende desde 1913 con el inicio de la División del Norte, cuando los caudillos de grupos rebeldes de Durango, Chihuahua y la laguna tomaron la decisión de hacer una alianza, cada uno con sus contingentes y designar a Pancho Villa como el jefe que lidere el movimiento. Fue cuando el poder popular logró tomar el mando dentro de esta lucha social, incorporándose de manera inmediata al movimiento constitucionalista, realizado contra el gobierno Huertista y convirtiéndose en el ejército revolucionario más potente de la historia en toda América Latina. Sin embargo, este movimiento fue disuelto en el año 1915, como consecuencia de las diferentes derrotas en Celaya.
Por último, la tercera etapa comprendida entre 1915 hasta 1920, cuando logran firmar los tratados de Sabinas y por ende termina la rebeldía por parte de algunos, sin embargo, la problemática aún seguía teniendo protagonismo por lo que siempre se mantuvo en pie todos estos ideales; aunque realmente se encontraban con la imposibilidad de tomar el poder en algún momento. Aunque más adelante, en 1923, con el fallecimiento de Villa este movimiento prácticamente quedó a la deriva y a medida que iba pasando el tiempo, se fueron disolviendo todos los miembros de esta rebelde comunidad y desapareció cualquier proyecto que podría estar destinado para ofrecerlo al país.
Para los Villistas, los soldados de la división del norte eran la mejor representación de un pueblo que se encontraba desprotegido. Por lo que pelearon por obtener una parcela individual para cada campesino que no contaba con tierras propias; de esta manera, para ellos era una alternativa ideal para acabar con la miseria y la pobreza de estos sectores populares y además, lograr la protección de cada uno de estos miembros para evitar la aparición de otros políticos con intenciones de violentar y arremeter contra las tierras campesinas.
Francisco Villa catalogó el problema de las tierras como el principal tema de interés más importante de todo México, la solución planteada por Villa y la aceptación por parte de los más afectados, definitivamente tuvo una fuerza y lucha social incansable, que fue capaz de lograr la unión de las fuerzas entre todos los desposeídos. Este movimiento y el Zapatismo tenían mucho en común, por eso lograron el mayor apoyo en la convención de Aguascalientes y como resultado, obtuvieron el control del país entero, aunque lamentablemente haya sido por muy poco tiempo, tuvieron la victoria muy cerca.